
Ráfagas: Azpeitia, en la mira
PACHUCA, Hgo., 10 de julio del 2025.- Transitar en la actualidad por algunas carreteras de México, sobre todo por las noches, se ha convertido en una actividad de alto riesgo para todo automovilista o conductor de unidades pesadas.
Son incontables los reportes, testimonios y hasta noticias que dan cuenta de la desatada inseguridad en carreteras y caminos, donde en el peor de los casos las víctimas no solo pierden sus pertenencias, sino terminan golpeadas, abusadas sexualmente o incluso muertas.
El problema es tan alarmante como la cifra misma: cada 50 minutos se reporta un intento de robo, reveló la revista Insurance Journal News, la cual detalló que más del 80 por ciento de los asaltos y robos ocurren en carreteras del centro del país, como el Estado de México, Puebla, Guanajuato, Jalisco, San Luis Potosí y Veracruz, debido al importante polo industrial y logístico en que se ha convertido esta región.
Y ahí, en medio de este caótico epicentro de inseguridad se encuentra el estado de Hidalgo, que tampoco ha sido ajeno a la ola delictiva, aportando cifras a la estadística roja, principalmente en los tramos federales que comparte con otras entidades, convertidos en punto de operaciones de la delincuencia como el Arco Norte a la altura de Tula Tepeji o la México-Puebla, así como las vías México-Tuxpan o la México-Pachuca.
Esas carreteras se supone, deberían ser patrulladas o contar con un mínimo de seguridad, pero no es así, lo que muchos analistas atribuyen a otra de las herencias nada dignas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador quien desapareció a la Policía Federal para dar paso a la Guardia Nacional que ha resultado un rotundo fracaso, pues desde la implementación de este modelo policial en nuestro país se elevaron los homicidios, las desapariciones y hubo menos detenciones, según un reporte de la revista Proceso.
A pesar de que se tienen bien identificados los puntos carreteros y horarios donde ocurren los asaltos y robos, parece no haber reacción ni respuesta de las autoridades, quienes siguen centrando sus baterías en los operativos para hallar y desmantelar bodegas de huachicol, otro de los engaños de López Obrador quien prometió erradicar durante su mandato este delito, pero al contrario, solo se fortaleció, prosperó y acrecentó sus tentáculos.
De acuerdo a datos de Pemex, durante el gobierno de López Obrador el quebranto al erario por tomas clandestinas de combustible fue de 3 mil 303 millones de pesos, pero ojo, esta cifra solo considera los casos registrados por la paraestatal, es decir, las pérdidas serían mayormente abrumadoras.
La inseguridad y el deficiente sistema de salud, siguen siendo dos de los talones de Aquiles del gobierno de la autollamada cuarta transformación, ya que desde su arribo al poder en el 2018 jamás existió una estrategia real para fortalecer estos dos pilares y en cambio para sostener su romántica línea discursiva, el estado se recurrió a dos mentiras criminales: “Abrazos no balazos” y “Tendremos un sistema de salud mejor que el Dinamarca”, el resto es historia.
Esa demagogia hueca, ahora le está saliendo muy cara a la presidenta Claudia Sheinbaum, a quien no le queda más que capotear las consecuencias de los desatinos y ocurrencias de su antecesor.
X: @AlexGalvezQ