Ráfagas: Tatiana Ángeles, cuentas pendientes
PACHUCA, Hgo., 4 de abril de 2017.- Han pasado 10 meses desde que la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales (Fepade) dependiente de la Procuraduría General de la República (PGR), investigaba el uso electorero de recursos de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), desviados a favor del Partido Movimiento Ciudadano, que en Hidalgo encabeza Damián Sosa, hermano del mandamás en la máxima casa de estudios Gerardo Sosa Castelán.
En esos 10 meses nada ha pasado, por el contrario, las autoridades universitarias que tanto pregonan los valores y la honestidad, recurrieron a una acción gansteril para ocultar las evidencias que los incriminaba en tan cínica acción, como lo evidenció un video publicado en mayo del 2016 por Quadratín Hidalgo.
Resulta que durante esos 10 meses, la camioneta Urvan color gris con placas de circulación HMM-38-17 propiedad de la UAEH, conducida por Felipe Cruz, (utilizada en las pasadas campañas de presidentes municipales y diputados para acarrear alumnos y trabajadores universitarios a los eventos políticos de Movimiento Ciudadano) la mantuvieron escondida en el estacionamiento del Polideportivo en las instalaciones de la Ciudad del Conocimiento, toda vez que la PGR andaba tras el rastro de dicha unidad.
Completamente partidizada, la UAEH ha sido por años la caja chica de los proyectos políticos del líder del Grupo Universidad, Gerardo Sosa Castelán, quien mangonea, quita y pone rectores a su antojo, y si algún trabajador intenta rebelarse lo despide, ejemplos sobran.
La mezcolanza UAEH-Movimiento Ciudadano, ha dado vida a la Naranja Universitaria, un invento político más del propio Sosa Castelán, quien cada seis años ve mermado su sueño de convertirse en candidato al gobierno de Hidalgo, y según los enterados, buscará nuevamente una diputación federal.
El próximo año habrá elecciones federales en todo el país, y la Naranja Universitaria comenzó a implementar una estrategia basada en la amenaza, pero disfrazada de operación política, para hacerse de militantes.
Esto no tendría nada de novedoso si no fuera porque el reclutamiento se está haciendo dentro de las mismas instalaciones de la UAEH, donde se amenaza a los trabajadores administrativos para que se afilien al partido naranja.
En total, son cerca de mil 700 empleados administrativos, a la mayoría ya les llegó su cédula para que se registren al partido de los Sosa, y aunque al calce de la misma se lee: “por mi voluntad solicito a ustedes mi ingreso a Movimiento Ciudadano”, esta regla se la pasan por alto, pues el registro es obligado, o se atienen a las consecuencias, al más puro estilo del Grupo Universidad.
Twitter: @AlexGalvezQ