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PACHUCA, Hgo., 4 de abril de 2018.- Un nuevo error cometido por la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proespa) y avalado por la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNATH), provocó el cierre de un micronegocio de acopio de materiales reciclables en el municipio de Santiago Tulantepec.
Recolectar desechos de plástico, cartón, vidrio y fierro, es el sustento desde hace cuatro años de Juan Alan López Delgadillo y su familia, conformada por su esposa y tres hijos, pero desde octubre del 2016 no ha podido ejercer su derecho a trabajar, debido a que tras una inspección de la Proespa, fue clausurado su negocio.
Tal como lo hiciera una empresa del Estado de México que fue clausurada indebidamente por la Proespa, ahora Alan López propietario del negocio Los Alanes también recurrió al Tribunal Fiscal Administrativo para demandar la nulidad de la resolución emitida por la Semarnath mediante la cual se pide la reubicación del centro de acopio y otorgaba el plazo de tres meses para suspender la actividad.
López acondicionó en su vivienda un espacio de no más de 157.60 metros cuadrados para poder trabajar, y el 7 de octubre del 2016 la Proespa visitó su establecimiento para inspeccionar que cumpliera con la Autorización en Materia de Impacto Ambiental, la Licencia Ambiental Estatal y la Cedula de Operación Anual.
El dictamen del órgano descentralizado concluyó que el depósito no contaba con los lineamientos ambientales requeridos, por lo que le dieron un plazo de 30 días para su cumplimiento, a partir del 8 de febrero y culminó el 22 de marzo.
Sin embargo, en su juicio el demandante pide nulificar la resolución debido a que su micronegocio “no es sujeto de la aplicación de la Ley Ambiental y por ende que se deje sin efecto el apercibimiento de la aplicación las sanciones señaladas en la misma, toda vez que la autoridad emisora carece de fundamentación y motivación para regular mi actividad”.
El dictamen de la Proespa no sólo provocó que López se quedara sin su fuente de ingresos, sino que además le ha ocasionado gastos extras que ha sufragado con sacrificios, como por ejemplo 2 mil191 pesos que pagó para saber la opinión técnica de la SEMARNATH en torno a su asunto; además de que el 24 de agosto del 2017 la Proespa emitió la resolución (PEPA-3.2*-1S.4.2/224/2016) mediante la cual le aplicó una sanción de 5 mil 112 pesos; también 1,395 pesos por concepto del trámite para su proceso de autorregulación ambiental (únicamente para la licencia ambiental) y 528 pesos más para el registro.
El 30 de octubre, López Delgadillo envió un oficio dirigido a la titular de la Proespa, Erika Ramírez, donde da aviso que cumplió con la sanción impuesta y solicitando lo siguiente:
“Le pido con respeto, si de favor me pudiera mandar usted a quitar los sellos con brevedad; es mi única manera de sobrevivir comprando mi cartón, pet, mi material, mi negocio es familiar”.
López también documenta que la Semarnath emitió el dictamen de autorregulación número SEMARNATH/DGNA/AA-001/2018, donde de manera “incongruente, ambigua e imprecisa determina que la actividad de mi micro negocio no asegura el desarrollo sostenible y equilibrado para la zona urbana del Municipio de Santiago Tulantepec de Lugo Guerrero, ordenando se reubique el proyecto a un predio fuera de la zona urbana pero sin fundamentar y motivar su negativa, esta respuesta inadecuada deviene contraria a lo resuelto inicialmente en la opinión técnica”.
“La Secretaría responsable cometió la aberración de inducirme a iniciar el procedimiento de autorregulación de manera equivocada, para obtener los licenciamientos, sabiendo que este procedimiento está reservado para la obtención de otro documento”, redondea en su queja López.
Precisó que en su centro de acopio no se desarrolla ninguna actividad industrial o proceso productivo, ni existen emisiones a la atmosfera, por lo tanto es una actividad no contaminante, por el contrario, indicó que este tipo de negocios permiten la recolección de materiales y es una fuente de ingreso ante las carencias económicas, además de que el reciclado aporta beneficios ambientales por la disminución de la cantidad de residuos que generan un impacto ambiental negativo; reduce la necesidad de los rellenos sanitarios y la incineración, así como la emisión de gases, de ahí que resulta incongruente la postura de la Proespa y la Semarnat.
Agrega que los centros de acopio también resultan ser una excelente alternativa de generación de empleo, porque el material reciclable se puede comercializar, con esto las empresas obtienen materia prima de excelente calidad a menor costo y además de un alto ahorro de energía, situaciones que al parecer desconocen los titulares de ambas dependencias.
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