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PACHUCA, Hgo., a 4 de mayo de 2020.- Una vez instaurado en Hidalgo el Hoy No Circula emergente destinado a disminuir la movilidad y evitar contagios masivos de Covid 19, numerosas personas, sobre todo empleados informales o independientes ahora deben trasladarse en transporte público a sus lugares de trabajo.
La mayoría de quienes laboran sin un patrón registrado no pueden obtener algún documento que compruebe que salen por necesidad o conducen sus autos para trasladarse a sus labores diarias para obtener el sustento.
Pachuca, mientras tanto, se mantiene como una de las diez ciudades del país con mayor informalidad laboral según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), por lo que gran parte de la fuerza trabajadora pachuqueña no cuenta con un documento que compruebe su actividad como esencial, por lo que gran parte de este sector tendrá limitada su capacidad de movilizarse o deberá moverse en transporte público para salir a ganarse el sustento.
Como ya se ha testificado, pese a los informes oficiales, conductores y pasajeros ignoran la medida para que el transporte público preste servicio al 50 por ciento de su capacidad, ya sea por necesidad o simplemente por omisión intencional o incredulidad, lo que llevó a la Secretaría de Movilidad y Transporte de Hidalgo a tomar medidas más severas que incluyen incluso el retiro de tarjetones a los trabajadores del volante que no respeten las disposiciones gubernamentales y multas para los concesionarios.
México, hasta el momento, no cuenta con estudios serios al respecto de la posibilidad de contagio ante el uso del transporte público, mientras que el Instituto Mexicano del Transporte se limita a estudiar el impacto del Covid 19 en el uso del mismo en las principales ciudades del país.
No obstante, un estudio de la organización internacional Susteinable Urban Transport Project (SUTP) dio a conocer en abril observaciones sobre la movilidad compartida, lo que implica al transporte público y las recomendaciones mínimas para la protección de conductores y pasajeros, las cuales, al menos en Hidalgo, no aplican.
El documento de la organización Proyecto de Transporte Urbano Sostenible señala que, a partir de la declaración de la pandemia, el transporte público “es un vector de propagación del virus, pero también un rubro gravemente afectado por la caída en picada del número de pasajeros y la reducción de la demanda de viajes y transporte”.
Los expertos internacionales en temas de transporte Sebastian Ibold, Nikola Medimorec, Armin Wagner y Julieta Peruzzo, dos de ellos miembros de la Sociedad Alemana para el Trabajo en Conjunto Internacional (GIZ, o Deutsche Gesellschaft für Intertationale Zusammenarbeit), autores del estudio, abordan el tema y citan la investigación de un equipo de epidemiólogos del gobierno chino en Wuhan en el que se afirma que el virus puede mantenerse en el aire por al menos 30 minutos y viajar más de 4.5 metros, lo que es más lejos que la sana distancia.
Los investigadores asiáticos hallaron, desde febrero pasado, que el organismo causante del Covid 19 puede permanecer días en una superficie donde se hayan depositado gotículas infectadas, elevando el riesgo de transmisión.
La investigación de los epidemiólogos se basó en un viaje realizado antes de que China declarara crisis nacional, cuando un infectado que no utilizaba cubrebocas hizo un viaje completo junto con el resto de pasajeros, la mayoría sin cubrebocas.
Las conclusiones se basaron en las imágenes de las cámaras en los autobuses, que permitieron conocer la dinámica del viaje en una jornada de cuatro horas en la que varios pasajeros de un autobús que transitaba con ventanas cerradas resultaron contagiados.
“Se puede confirmar que en un ambiente cerrado con aire acondicionado, la distancia de transmisión del nuevo coronavirus excedería la comúnmente llamada sana distancia”, dicta el documento escrito por los expertos en la publicación Practical Preventive Medicine (Medicina Práctica Preventiva), en la que también advierten que el virus puede permanecer en la unidad de transporte aún después de que el portador baje del mismo.
Al respecto, el documento publicado por Susteintable Urban Transport Project destaca la necesidad de que el personal de transporte esté bien informado y tome conciencia de los riesgos de la infección y de las medidas que deben adoptarse para reducir al mínimo los riesgos, punto que en Hidalgo no funciona, pues son los mismos operadores quienes permiten que sus unidades se llenen a tope sin atender la indicación de trabajar a la mitad de su capacidad.
Aunque portan cubrebocas y guantes, los primeros son utilizados durante varias horas, en algunos casos reutilizados, acomodados por el frente sin el cuidado necesario y, aunque laboran con guantes, éstos permiten la transmisión de microorganismos del cubrebocas a los guantes, al volante, palanca, tablero, las monedas, los billetes de plástico y, por consiguiente, a las personas.
El SUTP hace énfasis en la capacitación de transportistas sobre cómo desinfectar adecuadamente las instalaciones y superficies y sobre cómo comunicarse y reaccionar ante las preocupaciones de los pasajeros sobre las medidas adoptadas para evitar la propagación del virus, condiciones con las que al menos el transporte convencional no cumple.
En el rubro de la protección de los pasajeros, el estudio recomienda ésta como una medida de bienestar necesaria e importante para mantener la confianza de la gente en el transporte público, por lo que “las medidas deben ser eficaces, pero también adecuadamente accesibles y comprensibles en términos de comunicación”.
Al respecto señalan la utilización de videos o carteles informativos y otros medios como las redes sociales, lo cual se realiza en Hidalgo, pero sin un impacto real al momento de utilizar el transporte.
Sin embargo, sí se atiende el control de acceso por medio de puestos de control en los que se toma la temperatura corporal, al menos en el transporte masivo, pero sólo en algunas estaciones, mientras que la mayoría quedan desprotegidas y sin vigilancia y en el caso del transporte convencional, no aplica.
Sobre el espacio y distanciamiento social, los expertos señalan la implementación de medidas que aumenten la distancia entre pasajeros para minimizar el riesgo de infecciones, apartado en el que destacan la efectividad de medidas como la reducción el cupo, que en Hidalgo se dispuso desde finales de marzo, pero que hasta el momento resulta inoperante en varias rutas.
El estudio coincide también con la Organización Mundial de la Salud en la recomendación del uso de la bicicleta como una alternativa adecuada para reemplazar los gimnasios y apoyar el distanciamiento social aliviando a la vez la sobrecarga del transporte público.
El SUTP, especializado en movilización sostenible, publica este documento que completa con experiencias de ciudades estadounidenses, asiáticas y europeas en el cambio de movilidad a partir de la declaración de pandemia, las medidas tomadas por los gobiernos alrededor del mundo y la efectividad de las mismas.
En México no existe hasta el momento una investigación equiparable a la de SUTP.
Solo 10% se elevó la demanda de transporte, tras implementación del Hoy no circula: Semoth
Por separado, José Luis Guevara Muñoz, titular de la Secretaría de Movilidad y Transporte en Hidalgo afirmó que la demanda de transporte público se elevó sólo 10 por ciento durante el primer día de aplicación del programa Hoy no Circula.
“La medida del Hoy no Circula no es la que está saturando las unidades, si hay una unidad saturada es que no está cumpliendo la disposición del 50 por ciento del cupo”, dijo el funcionario y comentó que tanto en el caso del transporte convencional como el masivo, se consideran las horas pico, durante las cuales hay más unidades circulando a fin de no saturar las mismas.
Dio a conocer que el factor de ocupación, en el caso del Tuzobús, alcanzó ayer el 43 por ciento durante las horas pico, mientras en las de menor demanda llegó solo al 30.5 por ciento, por lo que no se acerca al límite de ocupación, además de que, aunque la demanda permitiría cubrir los servicios con 55 o 60 unidades, el transporte masivo opera con más de cien diarias, lo que permite factores de ocupación bajos.
Las unidades de transporte que omiten la aplicación de las medidas que se dictaron desde el 23 de marzo pasado, dijo que, como parte de un operativo permanente, se lleva a cabo la revisión durante siete días de la semana, en turnos matutino, vespertino y nocturno, pero que vigilar 17 mil unidades de transporte convencional y las correspondientes al masivo rebasa la capacidad del equipo de supervisores, por lo que corresponde a los usuarios poner de su parte.
“Es momento de que todos pongamos de nuestra parte, que si vemos que la unidad ya va al 50 por ciento, esperemos a la siguiente, y si vemos que después del 50 por ciento el chofer continúa subiendo pasajeros, se haga el reporte correspondiente”, instruyó.
Puso a disposición de la ciudadanía las redes sociales de la secretaría así como el número 800 503 2002, en el cual los usuarios pueden reportar situaciones irregulares proporcionando la mayor cantidad de datos posibles, como el número de unidad, la ruta, el número económico e incluso, si es posible, el tarjetón del operador, a fin de que la autoridad actúe en consecuencia, recordando que las sanciones van de siete mil a 11 mil pesos en caso de superar el cupo permitido.
Hizo énfasis en la necesidad de que la ciudadanía acate las medidas preventivas y en lo posible cambie de hábitos, tanto quedándose en casa como organizándose para realizar sus actividades esenciales atendiendo a las recomendaciones que los usuarios del transporte reporten situaciones de ocupación irregular.
Solicitó la solidaridad y apoyo de la población, instando a que “comprenda que estamos en una pandemia y las medidas no tienen por objeto molestar a nadie, se trata de salvar la vida y cuidar la salud”.
Resaltó que se distribuyen cubrebocas gratuitos, pero que también “hay gente que no entiende o no quiere entender, la medida va dirigida a estas personas que deben hacer una reflexión y actuar con responsabilidad social”.
Sobre las medidas de higiene aplicadas a las unidades de transporte público dijo que hay comunicación permanente con los choferes, pues llevar a cabo una capacitación específica es complicado, pero se informa sobre las medidas y, aseguró, “la inmensa mayoría está cumpliendo”.
Informó que en el Tuzobús se aplica una sanitización especial y en el transporte convencional, corresponde a los concesionarios y es su responsabilidad de ellos llevar a cabo la limpieza con enseres comunes como es el cloro, tres veces al día.
Finalmente, explicó que el acuerdo de reducción de la movilidad contempla la posibilidad de que todas aquellas personas que tengan la necesidad de movilizarse por una actividad esencial puedan utilizar vehículos tanto de sus empresas como oficiales o particulares, así como considera excepciones en el caso del traslado de enfermos que necesitan recibir atención.
TESTIMONIOS
David, de 65 años, es trabajador independiente haciendo labores de plomería, carpintería y albañilería. Sin más ingresos, pues no tiene edad para recibir apoyos de Bienestar, sale a trabajar a bordo de un auto con terminación de placas en par, lo que limita su trabajo a martes y jueves, pues descansa los fines de semana. “¿Qué hago? Mi esposa es ama de casa, de la tercera edad, tenemos gastos médicos, me pagan por día o por trabajo, salir en transporte público no es opción, no quisiera arriesgarme a salir porque soy grupo de riesgo”, dijo.
Luisa, otra afectada, tiene 68 años y vive sola, recibe ayuda de su único hijo para cobrar su pensión, que no rebasa los dos mil 200 pesos al mes, paciente de enfermedad crónica y receptora de medicamentos controlados, no sabe cómo trasladarse a su consulta de esta semana, el miércoles, cuando su único hijo, ahora sin empleo, por ser emprendedor, no circula. “pagar dos taxis es mucho, él para llegar a mi casa, transporte público, luego juntos a la clínica en taxi, y otro de vuelta, para que el regrese a su casa en transporte público de nuevo. Tiene una nena de 4 años, sin el auto estamos expuestos todos, mi hijo no sabe si lo dejarían circular sólo diciendo que viene por mí para acompañarme”, señala.
Diana, de 18 años, estudiante, explica que su padre trabaja en una gasolinera en Ixmiquilpan, a donde viaja por falta de oportunidades en la capital hidalguense. “Mi papá sale los sábados de trabajar y vuelve de noche o la mañana del domingo para quedarse, pero con el Hoy no Circula, no podría o llegar o volver en el auto. El transporte al Valle del Mezquital tampoco respeta los cupos ni la sana distancia”, lamenta.
Yolanda lleva en su auto a su hijo menor de edad a recibir hemodiálisis. El ingreso, limitado a sólo pacientes debido a la pandemia, la obliga a regresar a su hogar mientras el adolescente recibe la terapia. No puede transportar al paciente en transporte público y no sabe cómo comprobar que, en su ida y vuelta sola para dejar a su hijo y para volver por él, lleva a cabo una actividad equiparable a una emergencia de salud, ya que la documentación se queda en la clínica. “Hasta ahora, la próxima terapia le toca en viernes, y sí circulamos, pero la siguiente cita podría cambiar de día, ¿quién me orientaría, si no porto una placa de discapacitado ni tengo cómo comprobar mi necesidad de salir?, no se trata de temer sólo por mi vida, ahora también temo por la salud de mi hijo, pues que nos detenga una patrulla puede ser un tiempo que defina la vida o la muerte de mi muchacho”.