Enfermera del IMSS Metepec destaca por vocación y entrega a su labor
PACHUCA, Hgo., 14 de octubre del 2020.- “Sin novedad”, se dice cuando durante un evento, un periodo, un momento específico, no han pasado eventualidades de importancia.
Sin novedad han culminado las campañas, así como empezaron. En momentos, se consideró “extraordinario” que no se llevaran a cabo reuniones de más de 50 personas o que se impusieran medidas sanitarias específicas, pero tampoco ello logró ser novedad.
Tras más de un mes de campañas, el electorado contará con menos de una semana para reflexionar el voto en medio de guerras sucias, campañas negras y ataques que tampoco fueron novedad, son cosa de cada proceso electoral.
Nada nuevo surgió tampoco de las propuestas (más bien promesas) de quienes aspiran a los cargos de elección popular, aquellos que enlistaron sus intenciones y, sin estrategias novedosas, se acercaron a la gente con volantes y textiles a través de voluntarios y brigadistas no siempre pagados, porque “no llegó el recurso”, lo que tampoco es novedad.
Se denunció la entrega de tarjetas con la promesa de apoyos económicos, despensas condicionadas, la realización de obras, faenas, aplicación de recursos y otros actos ilícitos que quedarán impunes en su mayoría. Sin novedad.
Las campañas parecen haberse llevado sin novedad tampoco en la publicidad. El uso de redes sociales y la proliferación de medios de comunicación en línea locales, así como el manejo de páginas personales, permitió la total publicidad de cada candidato atenido a la posibilidad de sus allegados, pero también dejó espacio el derroche en campañas tras de las cuales organizaciones pusieron todo el aparato político y la manipulación conocida al servicio de algunos candidatos. No es novedad.
Tampoco es nueva la aparición de espectaculares con caras que, en las campañas más creativas, quisieron dejar la foto perfilada y arreglada por otra, igual de perfilada y arreglada, pero con disfraz de gente común, esa imagen que cada candidato persigue sin novedad.
Los cierres de campaña… Sin novedad. Se convocó a simpatizantes, a seguidores que, con cubrebocas, pero sin sana distancia y no siempre con gel antibacterial, acompañaron a candidatos en caminatas, rodadas, desfiles, recorridos que, según la región, fueron acompañados por porras, vivas, bandas de música, flores, banderas, cual equipo deportivo en victoria. Verbenas populares, último “baño de pueblo” de los candidatos que en estos actos no llevan mayor novedad que el cubrebocas, aunque debieron gastar menos en acarreados, pues se trataba de parecer menos “por la pandemia”.
El abstencionismo no será novedad, de por sí México poco participa en la elección de sus gobernantes, precisamente por la falta de novedades, porque los ciudadanos conocen los procesos, a los políticos, las promesas vanas, la compra de votos, el interés de grupos, la manipulación de masas, pero que ahora el electorado considera una lesión más: ha importado más un proceso electoral que garantizar la salud de la gente, se ha considerado abrir los bares, las iglesias, los restaurantes, algunos centros vacacionales, comerciales, lugares públicos, pero no las escuelas ni el cien por ciento de servicios gubernamentales o de salud. Sin novedad. Importa el dinero, no la gente.
Miles de simpatizantes, voluntarios, la mayoría jóvenes, deslumbrados por una posibilidad de empleo o por un ingreso mínimo que urge tras el confinamiento y el desempleo, decenas de emprendedores con promesas de pago, rentas pendientes, cuentas por pagar quedarán en el aire, en espera del recurso que nunca llega, sin novedad, porque es práctica tan común que ni siquiera resulta punible.
El panorama, tras la elección, seguramente se reportará sin novedad, con más de cien presuntos ganadores que, hacia el lunes, ya se declararán alcaldes aún sin un conteo definitivo, con otros tantos molestos con el proceso que buscarán excusas válidas que les permitan luchas generalmente vacías y pocas veces con efectos que reviertan lo anotado.
Sin novedad, llegarán gobiernos que no hayan sido lo que sus electores esperaban, pero, sobre todo, gobiernos con los que la mayoría estará inconforme tras no haber ido a votar por una lista de pretextos encabezada, novedosamente, por razones de salud.
Con mínimas reservas, pero sin novedad, el Covid 19 ganará los comicios, decidirá los destinos de las nuevas administraciones y sus gobernados. No es novedad, porque la pandemia lo ha ganado todo en este 2020, una elección será lo de menos.