Responsabilizan de posibles accidentes a autoridades de Tula
Nadie le ha explicado al presidente mexicano que, en tanto jefe del Poder Ejecutivo, su responsabilidad no es hacer campaña, sino cumplir lo que prometió en campaña.
Pero tampoco nadie –ningún partido político opositor–, parece capaz de exigirle al árbitro electoral, al INE, “sacar la tarjeta roja” a un presidente que en los dos primeros años de su gestión sólo se ha centrado en hacer campaña y propaganda oficial.
Y mientras que López Obrador dedica tres horas diarias a la propaganda y la campaña electoreras, el INE y su Consejo General voltean para otro lado ante la flagrante violación constitucional del presidente y, sobre todo, invaden las facultades exclusivas del Poder Legislativo.
Es decir, que el INE hoy asume facultades constitucionales y les ordena a los partidos, por ejemplo, que debe imperar la paridad de género en las campañas para elegir a 15 gobiernos estatales.
Y no, aquí no estamos contra la participación igualitaria de las mujeres en política y en los cargos de elección popular; lo que exigimos y debieran exigir partidos, políticos y la sociedad en general, es que el INE no invada facultades del Poder Legislativo en materia de obligaciones electorales.
Pero vamos por partes.
Para nadie es nuevo que todos los días, por lo menos durante tres horas, el presidente es el principal propagandista de su fallido gobierno, en tiempos que ya son electorales.
Tampoco es nuevo que, de manera oficial, todos los medios públicos se suman a esa propaganda y que su programación es sólo de elogio sin freno a un gobierno que todos los días miente engaña a la sociedad.
Además, las giras de López por distintas entidades, los fines de semana, no son más que vulgares recorridos electoreros y propagandísticos.
Y si no fuera suficiente, muchos medios privados reproducen –sin límite–, la propaganda oficial engañosa, bajo la amenaza velada de que “si no colaboran” serán “fusilados”, en las mañaneras presidenciales.
¿Y dónde está en INE en toda esa grosera violación constitucional?
Sí, los consejeros del INE prefieren permanecer callados, sometidos, doblegados y, lo peor, son amenazados con publicitar sus corruptelas si no se comportan como sirvientes o lacayos del presidente.
Y si aún existen dudas del contenido electorero y clientelas de las giras de AMLO, aquí una joya del último fin de semana. El pasado sábado, López Obrador visitó Puebla y, en especial, Tlaxcalantongo, poblado en donde fue asesinado Venustiano Carranza.
Ahí dijo, entre otras cosas, lo siguiente: “Nuestra prioridad es limpiar de corrupción al país… desterrar la corrupción de México, porque es lo que más ha dañado. Por eso la desigualdad monstruosa que existe desde que unos cuantos, una minoría lo tiene todo y la mayoría carece hasta de lo más indispensable
“Y eso se debe a la corrupción, a que estaba secuestrado el gobierno; debía estar al servicio del pueblo y estaba subordinada a intereses creados.
“La transformación es acabar con la corrupción y que el actor principal sea el pueblo, que el presupuesto se maneje con honradez para que les llegue a todos, porque el presupuesto no es del gobierno, es del pueblo. Nosotros somos simplemente administradores del dinero del pueblo.
“Quédense con una idea… yo tengo principios y tengo ideales, no soy un ambicioso vulgar no luche por un cargo luche por una transformación y nunca, jamás voy a traicionar al pueblo. No les voy a fallar”.
Más allá de la mentira de que “no les voy a fallar”, porque en dos años ya les falló a todos los mexicanos, lo cierto es que Obrador encabeza un acto de campaña plagado de mentiras; falsedades que repite una y otra vez a lo largo del país sin que nadie –y menos el INE–, sea capaz de decir nada.
En cambio, apenas el pasado 6 de noviembre, el INE estableció, de manera ilegal, que en la elección de gobernadores deberá regir la paridad de género, lo que significa que los partidos deberán presentar candidatas a por lo menos seis gobiernos estatales.
Se trata, según no pocos especialistas, de una trampa “leguleya” del INE para favorecer al partido Morena en la contienda de junio del 2021.
¿Y por qué favorece a Morena?
Porque ningún partido formó cuadros femeniles con el potencial para ganar una elección estatal. Y de esa manera, al pretender obligar a los partidos opositores a postular la mitad de sus candidatas a gobiernos estatales, sacrifican a candidatos ganadores.
En realidad lo que intenta el INE es una interpretación tramposa de la reforma constitucional que entró en vigor en 2019, sobre paridad de genero que, en rigor, dejaba al margen de dicha paridad a las elecciones para gobiernos estatales y la presidencial.
El INE se confirma, con esa transa, como un “árbitro vendido”.
Al tiempo.
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