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CIUDAD JUÁREZ, Chih., 30 de diciembre de 2015.- ¿Qué puede hacer una persona al llegar a los 100 años de vida para mantenerse activo? No dejar de sonreír.
Con la sencillez que le caracteriza, y que le ha llevado a continuar trabajando desde hace casi 80 años como peluquero, Félix Cecilio “don Chilo” Valdez Pérez, siempre tiene un comentario ameno para compartir con sus interlocutores.
“¿Que cuál es la clave para llegar a esta edad? ¡No tomarse las cosas tan a pecho, no hay que discutir!”, afirmó.
Hace unos días, el 22 de diciembre, don Chilo, como le apodan desde hace décadas, cumplió un centenario de vida.
Lejos de lo que pudiera pensarse ante una edad avanzada, a sus 100 años, Cecilio lee el periódico sin lentes, nada un par de kilómetros dos veces por semana y tiene un pulso envidiable, de cirujano, según le refieren los amigos, lo que le ha permitido darse el lujo después de casi 80 años de oficio, de seguir cortándole el cabello a un selecto grupo de clientes.
“Todo es cuestión de dinero y yo no puedo pagar a alguien que me venga a hacer todas esas cosas, trabajo por gusto, pero también se necesita la plata, ¿no? tenemos que comer”, dice don Chilo sonriente, tras comentar que también lava su ropa, limpia la casa y sale a cuidar el parque que está frente a su casa.
En su vivienda, localizada en la calle Lila, en la colonia Jardín de San José, en Chihuahua, don Chilo mantiene una recámara de su vivienda habilitada como peluquería, aunque hoy en día solo le corta el cabello a pocos clientes que por décadas le han seguido, entre ellos el profesor José Grajeda y el ingeniero Jesús Holguín.
“Ya nomás a poquitos, porque no quiero problemas con Hacienda”, dijo sin poder evitar soltar una estruendosa carcajada.
Empezó en 1936
Como peluquero, don Chilo comenzó a trabajar desde 1936 en su natal Pachuca, Hidalgo, a la edad de 20 años.
“Mi madre murió allá por 1933, ella trabajaba en el mercado y yo tenía unos familiares en México y me fui con ellos, allá trabajé en la obra de construcción como albañil; mi hermano Guadalupe se quedó en Pachuca, él fue el que me habló para que me regresara en 1935, porque me había conseguido un trabajo en una peluquería”, recordó.
Su trabajo inicial fue como mozo, limpiando los pisos y el establecimiento, sin embargo, fue tal su interés en aprender el oficio que un año después se estrenó como peluquero.
Un par de años después, Félix Cecilio se mudó a la ciudad de Chihuahua y allí trabajó en una peluquería del hotel Hilton.
Nota completa: Norte Digital