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TULA DE ALLENDE, Hgo., a 26 de junio de 2020.- La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) declaró como “inhabitable” la zona cercana a la termoeléctrica de Tula debido los altos índices de contaminación en el agua y el aire, afirma Pablo Ramírez, de Greenpeace México.
El activista reiteró que las emisiones contaminantes que produce la instalación en Hidalgo llegan a la Ciudad de México, al Estado de México, Puebla, Morelos, Querétaro y Tlaxcala.
“La termoeléctrica de Tula funciona con 80 por ciento de combustóleo, un derivado del petróleo altamente contaminante, el cual cientos de países e industrias han prohibido.
“Lo más preocupante es que en plena crisis de salud, el gobierno federal está buscando quemar más combustóleo. Eso significa más gases nocivos al ambiente, más enfermedades respiratorias, más cáncer, menos agua potable y el aceleramiento del cambio climático”, señala.
Con base en lo anterior, Greenpeace logró la suspensión definitiva del acuerdo promulgado por la Secretaría de Energía (SENER) que limitaba la participación de energías limpias y fomentaba la quema de combustibles fósiles para producir energía como sucede en Tula.
“El amparo que presentamos fue aceptado por los tribunales y con él, SENER tendrá que aceptar la energía limpia, única forma de disminuir el impacto ambiental de producir electricidad”, explicó.
Aclaró también que las energías renovables no saldrán más caras, pues según la CFE, producir 1 Megawatt/hora de energía con combustóleo cuesta 3 mil 141 pesos, mientras que la misma cantidad de electricidad de fuentes renovables cuesta un mil 440 pesos por megawatt/hora.
“Si transitamos a energías verdes, México podrá crear muchos más empleos dignos para los mexicanos y mexicanas. Es urgente que el gobierno federal impulse las energías verdaderamente limpias: sin corrupción, sin contratos “bajo el agua”, sin violación de los derechos de las comunidades y con apego a las leyes mexicanas que protegen el bienestar de todas y todos”, concluyó.