Nuevamente detuvieron a extesorera de Tlaxcoapan
PACHUCA, Hgo., a 9 de marzo de 2020.- “En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, no perdamos de vista que la desigualdad de género impera aún más entre los grupos vulnerables y el de mujeres en internamiento es de los más abandonados, en este contexto, debemos erradicarla como parte de la lucha por sus derechos. Encontrarse en prisión marca de manera negativa la vida de cualquier persona porque es un ambiente hostil y de sometimiento que favorece el abuso contra aquellos que tienen una posición económica, social, educativa y física más débil”, afirma Jimena Cándano, directora de Fundación Reintegra.
Según el Informe Especial de Mujeres en Reclusión de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en México existen 428 centros penitenciarios, de los cuales únicamente 10 son exclusivos para mujeres; los restantes deberían acondicionar, por ley, un espacio físico para albergarlas, aunque las políticas y procedimientos estén formulados para la población varonil.
En el caso de Hidalgo, sólo los centros de reclusión de Pachuca, Tula y Tulancingo cuentan con un espacio destinado a mujeres, pero el mismo sin presenta deficiencias, según el informe.
Ello contradice las leyes de protección a los derechos humanos establecidas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en las que se indica que estos recintos deben contar con espacios exclusivos para mujeres e instalaciones especiales para el tratamiento de las embarazadas, de las que acaban de dar a luz y de las convalecientes por cualquier enfermedad.
Hasta 2017, existían 13,448 mujeres en prisión, esta cifra representa tan solo el 5 por ciento de la población penitenciaria, de acuerdo con el Senado de la República.
“Pese a que parezca que el porcentaje de mujeres en conflicto con la ley en México no es significativo, garantizar su seguridad es importante; sin embargo, esto no ha ocurrido. La mayoría de las internas han tenido defensas negligentes, han sufrido tortura y están abandonadas por sus familiares; además muchas de ellas fueron detenidas por delitos menores llevando procesos irregulares que las mantienen en la cárcel durante varios años sin recibir sentencia. Estos problemas se correlacionan con el nivel socioeconómico y la deficiencia en los procedimientos legales de México”, explica la titular de la Fundación, dedicada a la defensa de los derechos de las personas en conflicto con la ley.
La situación de las mujeres en reclusión, considera Candano, sigue siendo invisible, provocando además una doble ruptura en sus vidas: la de las normas fácticas e institucionales y la simbólica, que atenta con su deber moral asignado por el género que les corresponde.
De esta forma, a nombre de la fundación que dirige, resaltó la importancia de que, en días dedicados a dar visibilidad a lo que se ha logrado, también se llame la atención sobre todo a lo que falta por lograr.
“No es una efeméride para felicitarlas. Hemos avanzado mucho pero aún nos falta un gran tramo por recorrer para lograr una verdadera equidad”, concluyó.