94% de las víctimas de explotación sexual son mujeres y niñas: UNODC

PACHUCA, Hgo., a 30 de julio de 2020.- La trata de personas es una forma de violencia contra las mujeres por motivos asociados al género, sustentada en múltiples formas de discriminación social, política y económica, que las coloca en condiciones de desprotección y vulnerabilidad que favorecen la captación de las redes de trata, de acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la ONU.

Así lo explicó la directora general del Instituto Hidalguense de las Mujeres (IHM), María Concepción Hernández Aragón, al impartir la conferencia “Trata de personas, una manifestación más de la violencia contra las mujeres” a una audiencia de 140 personas, entre personal del Instituto Hidalguense de las Mujeres, Centros de Desarrollo para las Mujeres, Instancias Municipales para el Desarrollo de las Mujeres y Ciudad de las Mujeres.

La ONU estima que alrededor del 72 por ciento de las personas atrapadas por las redes de trata, son mujeres y niñas, en tanto que en la modalidad de explotación sexual, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) reportó en 2018 que mujeres y niñas constituían el 94 por ciento.

El establecimiento social de roles de género también influye en la explotación laboral, ya que las mujeres son captadas para el cuidado de personas, el trabajo doméstico, labores de baja calificación en la industria textil y en el sector agrícola, así como para la mendicidad o ventas callejeras, sobre todo a mujeres adultas mayores.

Las redes sociales juegan un papel relevante como el principal contacto con las víctimas. La violencia familiar y situación de pobreza, falta de oportunidades y prácticas culturales, son factores que orillan a las mujeres a aceptar ofertas engañosas de empleos, profesiones y actividades muy atractivas como el modelaje o la actuación; incluso las promesas de matrimonio son un anzuelo muy común de los enganchadores.

El Instituto Hidalguense de las Mujeres realiza de manera permanente acciones de prevención contra la trata de personas, dirigidas a mujeres, pero sobre todo a población adolescente, como la distribución de materiales impresos sobre qué es y cómo prevenirla, herramientas didácticas como obras de teatro y cine debate. También se dirige a madres y padres de familia con campañas para fomentar la comunicación efectiva y asertiva con las y los menores, para evitar sean presa fácil de este ilícito que por todo lo antes expuesto constituye una grave violación a los derechos humanos.