Atención educativa en comunidades indígenas

Gloria Luna Ortíz es técnico docente del Instituto Hidalguense de Educación para Adultos (IHEA) en el municipio de Tenango de Doria, conoce muy bien la geografia de sus caminos y sus más de 50 localidades que ha recorrido durante 25 años para que la gente aprenda a leer y a escribir.

Desde los 19 años de edad, contribuye a disminuir el rezago educativo alentando a los trabajadores del ayuntamiento, comerciantes, padres de familia, artesanas e internos en el Centro de Readaptación Social (CERESO) a quienes significativamente les cambia la vida.

“Una tarea constante es motivar a las personas para que aprendan a leer y a escribir, y concluyan su educación básica; así como la prepa abierta y la opción de la Universidad Digital del Estado de Hidalgo (UNIDEH), acciones implementadas por la Administración del gobernador Omar Fayad Meneses”.

“Mi labor, llena mi vida, aun y cuando he caminado por donde no hay brechas, ni luz ni comunicación”, recordó que la satisfación es verles egresar, y saber que algunos ahora son profesores. Destacó a don Emiliano Miranda Miranda quien terminó la primaria y posteriormente inicio la secundaria en 1995 con el IHEA”, él llegò a ser Presidente municipal en el periodo de 2000-2003.

Su labor como técnico docente, parte de hacer saber sobre los programas del IHEA a las autoridades tanto municipales como con delegados de las localidades, comunidad educativa y con el sector salud para detectar población jóven y adulta que no sabe leer ni escribir, de esta manera se les vincula con un asesor para su atención educativa e integrarles a los círculos de estudio en horarios flexibles y cerca de sus hogares.

Los círculos de estudio son espacios que se adaptan en las localidades, en oficinas de las delegaciones, escuelas, centros de salud, en algunas ocasiones al aire libre; dentro del CERESO o en las plazas comunitarias, son un sin fin de lugares que se utilizan para brindar asesorías o aplicar exámenes.

Explicó que “muchas veces los asesores o figuras solidarias abren un espacio en su casa para recibir a las personas, adecuan una mesa con sillas o cajas de jitomate para sentarse o dejar durmiendo a sus criaturas, no importa el sitio para recibir a su asesor y continuar con aprendiendo”.

Precisó que las educandas, tiene grandeza por el trabajo, viven del bordado de tenangos, se dedican al cultivo de chile, cacahuate, tomate, son el motor principal para alimentar a su familia, señaló que en “esta contingencia la mamá se dedica al estudio con sus hijos, aparte realiza actividades cotidianas y a la vez estudian en el IHEA”.

También atienden a las personas en lengua indígena, citó que en el CERESO se cuenta con un ingeniero privado de su libertad, que habla dialecto y decidió apoyar a los internos para que apredan a leer y escribir; mientras que en las comunidades se buscan asesores que hablen lengua materna y puedan enseñar a la población”.

Gloria, busca herramientas que le permitan un mejor desempeño, por lo que decidió estudiar la licenciatura en Pedagogía, lo que le ha ayudado en el ámbito familiar y laboral para desarrollar planeaciones y orientar al asesor pedagogicamente.

Finalmente, dijo que antes de la contingencia por indicaciones del director general del IHEA, Vìctor Arturo Bautista Ramìrez, la Coordinación Regional de Tenango de Doria, se dio a la tarea de hacer llegar material a los asesores y a los educandos incorporados para que estudien en esta cuarentena y puedan presentar su examen.