Presentan libro Retazos de mi Vida. Décimas autobiográficas

PACHUCA, Hgo., a 22 de agosto de 2019.-  En el oficio de escribir, dejando la vida en retazos de papel, ante la insuficiencia de un diario para contener tantas historias y el exceso de anécdotas que en el placer de vivir llegan poesía, Prisciliano Gutiérrez Hernández presentó esta noche su libro Retazos de mi Vida. Décimas autobiográficas.

En su primera publicación escrita en versos pareados, introducida al público en el auditorio de la Universidad Iberomexicana de Hidalgo, le acompañaron familia y amigos que dieron alegre y nostálgica cuenta de gran parte de la historias descritas en verso por el reconocido político hidalguense.

Originario de San Juan Solís, Gutiérrez Hernández, en esta edición prologado por Bonfilio Salazar, recibió de éste comentarios en los que destacó del autor su erudición y poesía citando parte de los versos contenidos en la publicación que aborda la aspectos de su vida personal y política.

Con un ritmo que se adivina jocoso al rimar anécdotas de políticos hidalguenses amigos y no tan amigos y sin definirse como genio o plagiario, desgrana sus recuerdos de estudiante, de su poesía primigenia y su juventud de conquista profesional y amorosa.

Sus décimas sirvieron a Juan Manuel Menes, también comentarista en la presentación, para calificar a Prisciliano Gutiérrez como uno de los más representativos y versátiles escritores del Hidalgo de hoy, uno de los mejores sonetistas mexicanos contemporáneos que sorprendió al historiador con su incursión en una distinta forma lírica componiendo 248 décimas al lector para hacerlas suyas y dejarle tocar al hombre que entre líneas describe la plenitud de sus años.

Al anuncio de su nombre para el cierre del evento, Prisciliano Gutiérrez toma la palabra a un toque de micrófono, aclara la voz y muestra su dominio de la rima componiendo con la misma agradecimientos a los presentes, esa misma voz que se quiebra y enternece al hablar de su esposa y su nieto.

Presto a dar métrica a su intervención, habla de muerte, de alegría, de amigos, disfrute y caminos, de Hidalgo y de Tlaxiaca, de la pobreza y el mezquite que le guarde al final de sus días y se emociona a la mención de sus tres hijos igual que templa el discurso al aplicar la crítica a la política y sus vicios recientes.

n Tras describirse como un contador de estrellas, concluyó de forma emotiva la presentación destacada por la calidez de los mensajes que, a más de 70 años de su nacimiento, el autor recibe con reservas y sencillez y afirma: “tal vez un día escriba en prosa antes que hundirme en la fosa, lo que falta en esta trova”.