Ráfagas: Denuncian corrupción en Tribunal de Arbitraje Laboral
PACHUCA, Hgo., 12 de junio del 2020.- En varias de las 45 dependencias del gobierno estatal, ronda el fantasma del despido.
Obviamente nada es oficial, sólo comentarios en los pasillos de algunas oficinas, pláticas de escritorio o de café, pero algunos ya plantean el riesgo que corren de perder su empleo, una vez que volvamos a la “nueva normalidad”, tras superar la pandemia del coronavirus, que nos ha llevado ya casi tres meses y no hemos alcanzado la cresta de la curva de crecimiento del contagio.
Si en la calle el efecto de la pandemia y las medidas restrictivas para obligar a todos a quedarse en casa, ya muestran sus estragos, con el cierre de negocios, la suspensión de actividades comerciales al aire libre, el cierre de empresas o de plano su desaparición, en el sector público también hay temor.
Los temores van desde aquél que siente que apenas se vuelva a la actividad normal, las autoridades ordenarán otro ajuste a la plantilla de burócratas, en el entendido de que la pandemia mostró, entre muchas cosas negativas, que se puede trabajar con un equipo más reducido de personas.
Algunas se volverán innecesarias o “no esenciales” para pasar a engrosar las filas del desempleo.
También, hay comentarios en el sentido de que muchos empleados de dependencias de gobierno o de instituciones de educación superior dependientes del gobierno, de plano aprovecharon el confinamiento para no aparecerse en su oficina y no atender al llamado de sus jefes, ni siquiera en video llamadas.
Menos han hecho home office, por lo que se vuelven candidatos naturales al despido.
De ser cierto el temor, se aplicaría un segundo ajuste de personal, quizá no de la magnitud al que se aplicó al inicio de esta administración, cuando el ejecutivo estatal decidió adelgazar el “obeso aparato gubernamental” y cancelar más de dos mil plazas.
Además de desaparecer la llamada nómina especial, que engrosaban recomendados, aviadores y una lista extensa de personas con “privilegios” y “palancas” que les permitían cobrar sin trabajar o presentarse cada quincena o cada 20 de les, a recibir su sobre, o bien, revisar su estado de cuenta bancaria para confirmar que su depósito estaba hecho sin contratiempos.
Actualmente hay una plantilla de 15 mil 462 personas, de las que por temas derivados de la emergencia sanitaria, 7 mil 668 están confinados en sus casas y otros 7 mil 749 realizan labores de oficina.
Es de esperarse que la especie no se confirme, por el bien de los propios burócratas, pero la realidad se impone y las condiciones económicas derivadas de la pandemia, obligan a los gobiernos a hacer ajustes que bien podrían impactar en la pérdida de más plazas en el gobierno. Deseemos que no sea así.