Ráfagas: Voracidad panalista
En nadie más, sino en cada uno de nosotros está la respuesta para reducir el trágico impacto que ocasiona cada día la pandemia provocada por el Covi-19. Las medidas aplicadas por nuestras autoridades serán insuficientes si nos empecinamos en seguir pensando que el mal es algo lejano para nosotros y nuestras familias.
Podría asegurarse que cada uno de nosotros, ya tuvo un caso cercano, de algún amigo o familiar, víctima del SARs-Cov2. Al menos quien esto escribe ha vivido en los últimos días el dolor de saber sobre un familiar cercano, un amigo que ha perdido la batalla contra este mal.
Ayer se saturaron las redes con información respecto de las medidas que reforzará el gobierno estatal para buscar la reducción del número de contagios.
Incluso, el gobernador, Omar Fayad Meneses, en sus redes se refirió a la vuelta del polémico programa de “Hoy no Circula”, que en ocasiones anteriores provocó reacciones virulentas de muchos ciudadanos, que cuestionaron la medida y la calificaron de “recaudatoria” y que daría libertad e impunidad a los cuerpos de seguridad para sancionar a diestra y siniestra, sin saber si el dinero que se quite a cada automovilista sancionado, vaya a las arcas de las instituciones encargadas de aplicar estos programas, o quedarán en los bolsillos de los uniformados.
El gobernador dijo en tono de ironía que nunca le habían recordado a su mamacita, como cuando aplicó dicho programa que tiene como propósito el de reducir la movilidad vehicular en la entidad y especialmente en los sitios concurridos por los vacacionistas.
Por lo pronto en los municipios de Pachuca, Tulancing0o, Apan, Tizayuca, Mineral de la Reforma, Mineral del Monte, Tula y Villa de Tezontepec, habrá restricciones en espacios públicos. Las mismas medidas aplicadas cuando caímos en semáforo rojo, se repiten, como suspensión de actividades no esenciales, en reducción de clientes en centros comerciales, en restaurantes; suspensión de actividades y concentraciones en festejos y actividades deportivas.
Pero nada de esto será suficiente si cada uno de nosotros no tomamos conciencia de que cualquiera de nosotros puede sufrir del contagio y corre el riesgo de propagarlo entre sus familiares, amigos, compañeros de trabajo, como ocurrió la semana pasada en un Cal Center, ubicado frente a la plaza 2000.
O el contagio en la Universidad Politécnica de Tulancingo, donde ocho personas fueron contagiadas. Ambos casos se han mantenido en el hermetismo, para no abonarle a la psicosis social, pero de que han aumentado los casos de contagios y muertes, eso es innegable.
Por eso, la sugerencia respetuosa es seguir las indicaciones ya sabidas, pero en muchos casos ignoradas, de usar el cubrebocas, sanitizar los espacios de convivencia cotidiana, la sana distancia y evitar lugares concurridos. ¡Quédate en casa!
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.