Así no, presidenta
En su más reciente reporte sobre el Indica Nacional de Precios al Consumidor (INPC), elaborado por el instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), revele una inflación anual del 4.10 %, cuyo reflejo se acentúa más en aquellas familias que por la pandemia han reducido sus ingresos o de plano los han perdido, igual que su empleo.
La primera quincena de este mes, la variación con respecto de la segunda de agosto, fue del 0.16 %.
Pero, la inflación anual presenta un incremento del 4.10 por ciento, lo que trae aumentos en cadena.
En comparación con el 2019, cuando las variaciones quincenales en los precios fueron del 17 %, un punto menos que este año, y la variación anual también fue del 2.99 %. Menor en 1.11 %, con respecto a la del 2020.
Aunque la encuesta considera más de 20 indicadores, tomamos algunos que tienen impacto en todas las familias, ricas y pobres, como el de los alimentos, bebidas y tabaco o el de las frutas y verduras, que presentan los más sensibles incrementos.
Dice el INPC, que la variación quincenal de los precios de alimentos, bebidas y tabaco, fue del 0.18 % en el año 2018; de 0.23 % en el 2019: y, de 0.16 por ciento este año. Pero las variaciones anuales reflejan el creciente impacto en los precios: en el 2018 fue de 4.69 %; en el 2019, del 4.65 % y este año del 6.98 %.
Los servicios educativos (colegiaturas), se mantuvieron casi en el mismo porcentaje e incremento entre el 2018 y 2020. En el 2018 fue la variación quincenal fue de 1.96 % y la anual, del 4.68 %; en el año siguiente fue de 1.91 % y 4.63, respectivamente; este año, la variación quincenal fue de 1.11 y la anual de 4.73 %.
Las mercancías subieron 0.16 % quincenal; los servicios 0.17 %; los productos agropecuarios, 0.17 %; los energéticos y las tarifas autorizadas por el gobierno, 0.14 %.
Esto es, en cifras, lo que el INRGI ha detectado como reflejo del impacto provocado por la crisis económica, acentuada por pandemia que vivimos desde hace ya más de medio año y el panorama se antoja complicado al menos por lo que resta del 2020.
Por desgracia, quienes más resentirán estos indicadores, que se acentúan en la cotidiana realidad, serán los grupos más vulnerables, que representan la mitad de la población total de nuestro país, con mayor impacto en quienes viven en condiciones de pobreza y pobreza extrema.
Según las cifras del gobierno, al menos 12 millones de mexicanos, han quedado sin ingresos debido al cierre de empresas, cancelación de fuentes de empleo, por la crisis sanitaria que padecemos todos.
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.