Ráfagas: Denuncian corrupción en Tribunal de Arbitraje Laboral
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El sexenio 2011-2016 (Hidalgo Tierra de Trabajo) y el que está por culminar (Hidalgo Crece Contigo) representan (por su lógica programática) la segunda generación en la forma de concebir y abordar el problema del desarrollo regional a través de políticas y estrategias, con el problema implícito de resolver la crisis regional, desigualdades regionales y la rearticulación internacional, a partir de incentivos selectivos, infraestructura pública-privada, y desarrollo e innovación tecnológica.
Así pues en un esfuerzo de comparar el último año de ambos sexenios a través de indicadores básicos, se observa a grosso modo lo siguiente: menos captación de impuestos/capacidad económica (cerca de 2 por ciento); cada vez mayor dependencia de las participaciones federales (cerca del 5 por ciento); mayor aliento por inversiones financieras/préstamos bancarios (cerca del 4 por ciento); apenas se incrementó en lo mínimo la generación de riqueza (1 por ciento); se cosecharon menos de 59 mil hectáreas año agrícola; se perdió el valor de la producción agrícola (cerca del 2 por ciento); se canibalizó al doble la oferta alimentaria/año agrícola ( de 46 a 22 productos primarios); y los niveles del bienestar se mantienen constante (falta valorar el efecto COVID).
Resta mencionar el análisis cualitativo del sexenio que está por terminar, el mayor juez seremos todos nosotros, al tiempo.