
Ecos y Huecos Sindicales / Cortes y Bravo
Con la publicación del Plan Estatal de Desarrollo se debe dar paso a una actualización de los Planea de Desarrollo de los municipios para que haya una alineación y congruencia con la visión de desarrollo estatal.
Sin embargo, en la práctica la mayoría de los gobiernos municipales no cumplieron con llevar sus planes de desarrollo al Congreso del Estado..
El COPLADEM es la figura que permite realizar la planeacion municipal tomando en cuenta las diversas voces y sectores de la población, no obstante por lo general solo sesionan para aprobar la propuesta de obra pública que es un requisito para liberar recursos del FAISM, una de las principales fuentes de recursos para obra pública a nivel municipal.
Lo anterior genera que no haya espacios de planeacion y diálogo directo entre la población con su gobierno municipal. Aunque la Ley Orgánica Municipal enuncia la figura de el Presupuesto Participativo, este no se implementa a nivel municipal y no hay vinculación con otras leyes o instituciones para que realmente se materialice esta figura.
La población es por lo general apática, solo una pequeña parte se involucra en las problemáticas de su comunidad por causas diversas, incluso aunque sean problemas sentidos, la falta de cultura de participación ciudadana es notoria.
Esto se traslada a los gobiernos municipales que no generan espacios o mecanismos para incentivar la participación social en la toma de decisiones. Los ejercicios de planeación suelen ser de poco interés para la ciudadanía, normalmente participan solo algunos grupos.
La planeación del desarrollo en el estado ha innovado los mecanismos así como las metodologías para poder escuchar más y nuevas voces. Aún así, la participación es muy baja.
Para cultivar una cultura de participación ciudadana en sus diversas aristas debemos generar mecanismos atractivos para la ciudadanía, sobre todo concientizar a la poblacion que el desarrollo se da mejor cuando hay participación y programas centrados en las necesidades de la gente, sin embargo, como dice el dicho “A quien no habla, Dios no lo oye” hay que asegurar que todas las voces sean escuchadas e incluidas, generar como ciudadanos más propuestas y menos protestas.