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PACHUCA, 13 de septiembre de 2020.- El politólogo y aspirante a la dirigencia nacional de Morena, Gibrán Ramírez Reyes aseguró que de llegar a la presidencia hará todos los esfuerzos para echar atrás o declinar de mantener alianzas con grupos caciquiles, como es en el caso de Hidalgo, con el Grupo Universidad.
El candidato a dirigir los trabajos a nivel nacional de Morena, se presentó en Hidalgo, esto para exponer los 10 puntos principales de su política de cambio al interior del instituto a fin de fortalecerlo.
Durante su visita y ante el cuestionamiento respecto a la queja airada de la militancia morenista por los lazos que tienen al denominado Grupo Universidad muy adentro de la dirigencia estatal, el joven político condenó estos y lo consideró como lamentable que la dirigencia interina no haya levantado la voz.
Aclaró que de llegar a ser dirigente nacional, haría todo lo posible para echar abajo todos estos pactos y acuerdos con grupos caciquiles, como el que rige al Grupo Universidad en Morena Hidalgo.
“De llegar yo a Morena, claro que voy a hacer todos los esfuerzos políticos y jurídicos y al alcance para echar atrás esa alianza”, enfatizó el analista político.
Rememoró que en 2018 el llamado fue de sumar a todas las fuerzas políticas a hacer este cambio en la política nacional, sin embargo, todos se subieron a la plataforma y son pocos los que lo hicieron con la intensión de cambiar, pues puntualizó que, en el caso de Hidalgo, se observa que las prácticas caciquiles no han cesado, sino que, por el contrario, se agudizaron.
Subrayó que aunado a estos, no hubo cambio de los aliados del 2018 a la fecha, por lo que el nuevo tipo de política que propone para Morena, busca romper con esas alianzas, en el que precisó que, si es necesario reinventar el partido, se tendrá que hacer, para que estos grupos no crezcan al interior de la agrupación política.
Dados cargados
En otro orden de ideas, el aspirante a presidir el CEN afirmó que no hay piso parejo en la contienda interna para dirigir Morena, en el que se ve una clara inclinación por los legisladores federales Porfirio Muñoz Ledo y Mario Delgado.
En el primer caso, refirió que se ha intentado cargar los dados para el ex perredista, cuestión que no es ningún secreto, ya que, durante la presentación de su candidatura, esto se hizo bajo los medios oficiales del partido, lo que refleja una inclinación hacia el experimentado político.
Mientras que, en el caso de Mario Delgado, éste se ha hecho acompañar de candidatos y líderes políticos a cada estado que se presenta, y cuando se registró para esta contienda interna, lo que pone a Delgado como el “candidato del poder”, mas no del presidente, aclaró.
Criticó que ambos legisladores a la fecha no hayan pedido licencia al Congreso para ausentarse de sus funciones y enfocarse en la contienda interna, lo cual refleja, a decir del aspirante morenista, de que Muñoz Ledo como Delgado sólo vean al partido como una segunda opción, un plato de segunda mesa para ellos.
Con todo este escenario, Gibrán Ramírez se dijo dispuesto y funcional para emprender las labores de dirigente nacional, contrario a lo de sus contrincantes, situación que lo pone al momento, como el candidato en la segunda posición entre las encuestas de preferencia.