Nace bebé en taxi de Mineral de la Reforma
PACHUCA, Hgo., 6 de marzo de 2020.- Encuestadores del Instituto Nacional de Geografía y Estadística ya recorren todo el país con la finalidad de llevar a cabo el Censo de Población y Vivienda 2020, pero el tema de la inseguridad es una traba que enfrentan, ya que la gente no abre sus puertas con confianza.
A decir de encuestadores, este ejercicio de conteo, que se realiza cada diez años, en esta ocasión enfrenta también la problemática de la inseguridad, pues la gente no siente la confianza de abrir las puertas y responder preguntas proporcionando datos personales.
No obstante, la ley considera multas que van desde los 434 hasta los 43 mil 440 pesos para quienes se nieguen a proporcionar información o la misma sea falsa, incompleta o incongruente.
Sin embargo, la aplicación de nuevas tecnologías permite que el encuestado tenga acceso a la correcta identificación del encuestador, ya que, incluso sin abrir la puerta, al pedirle su número de folio y su nombre completo, es posible verificar su identidad, la cual también se constata a la vista con el uniforme completo, que consiste en chaleco, sombrero, mochila y gafete con holograma de seguridad, fotografía y nombre, así como que deben portar el cuestionario impreso o digital.
El INEGI insta a la población a no dejarse llevar ni compartir noticias falsas, las cuales ya se han esparcido en redes sociales, al respecto de presuntos encuestadores que participan en hechos delictivos, por lo cual ha puesto a disposición de la ciudadanía la página censo2020.mx, la línea telefónica gratuita 800 11 46 34 y el correo [email protected] para corroborar la identidad de los encuestadores, que suman más de 150 mil en todo el país.
Asimismo, el instituto cuenta también en este censo con la posibilidad de censarse uno mismo vía internet, pero sólo está disponible para aquellos domicilios a los que llegue la “carta de invitación para autoenumeración”, por medio de la cual un residente mayor de edad de la vivienda puede responder al cuestionario de unos 12 minutos ingresando un número de usuario y contraseña que vienen impresos en la carta, que también da la posibilidad de responder el cuestionario vía telefónica.
Las visitas están proyectadas para terminarse el día 27 de marzo, pero aún después personal entrevistador continuará con trabajo de campo, además de que, en caso de no encontrar a las personas en sus hogares, dejarán un aviso de visita con datos del entrevistador para dar a conocer cuándo pueden volver a la vivienda para realizar el censo.
Las respuestas, en el caso del cuestionario electrónico, se registran en un dispositivo móvil y se encriptan automáticamente para garantizar la seguridad de la información y su llegada a la base de datos del INEGI.
Los entrevistadores señalan que algunos ciudadanos piensan que sus casas ya fueron visitadas y no respondieron al cuestionario, dado que hay etiquetas en los domicilios con un código de respuesta rápida QR que sirve para el monitoreo de las viviendas censadas. Se insta a la población a no retirar las mismas, pues a través del escaneo del código, el entrevistador sabrá también si la vivienda está censada (C), pendiente de censar (P), deshabitada (D) no es vivienda (NV) o es una vivienda colectiva (VC).
Asimismo, el INEGI ha reiterado que se garantiza que todos los datos proporcionados serán confidenciales y, por ley, estarán protegidos.
Por lo anterior, el instituto invita a la población a participar con los entrevistadores y no hacerse acreedores a multas en su calidad de informadores del sistema.
De acuerdo con la Ley de del Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica, en su artículo 103, es contra la ley negarse a proporcionar datos, informes o documentos que se soliciten por parte del mismo, por lo que el artículo 106 de la misma ley considera multa de 5 a 500 Unidades de Medida y Actualización (UMA) equivalentes actualmente a 86.88 pesos a quien incurra en tales infracciones.
Cabe apuntar que, para el censo de 2010, solamente un 0.6 por ciento de la población no participó.